Una paradoja que revela la necesidad de incorporar más talento femenino en el corazón de los concesionarios en España.
Mientras el mercado de automoción en España sigue diversificándose, con más del 35% de los vehículos nuevos adquiridos por mujeres en 2024, el sector de los concesionarios continúa arrastrando una profunda brecha de género en su plantilla. Según datos del informe Observatorio Cetelem del Automóvil y un estudio de ANFAC, solo el 6% del personal en concesionarios corresponde a trabajadoras, especialmente en posiciones comerciales o técnicas.
Esta dualidad entre presencia en el consumo y baja representación en el empleo revela una fractura estructural que limita la adaptación del sector a las nuevas sensibilidades del mercado. ¿Cómo responder de forma empática a un perfil de cliente si no está representado dentro del equipo humano que lo atiende?
Según el estudio de Cetelem, las compradoras muestran altos niveles de información previa, y valoran especialmente el asesoramiento transparente, la claridad en la financiación y el servicio postventa. Sin embargo, y pese a esta creciente presencia como clientas, la baja representación femenina en los equipos de venta y taller sigue condicionando la percepción de cercanía y comprensión. Tal como destaca GiPA, las mujeres suponen el 41,5% de las entradas a taller, pero su presencia en el ámbito técnico-comercial es aún testimonial, lo que genera un desajuste entre quien atiende y quien demanda servicio.
La falta de diversidad, sobre todo en los puntos de venta, es percibida por muchas clientas como una barrera psicológica y cultural. Y eso, en una industria cada vez más enfocada al usuario final, representa un riesgo competitivo.
Pocas, pero clave en taller y posventa
La electromecánica es otro de los ámbitos donde la presencia femenina sigue siendo minoritaria. Datos del Ministerio de Educación y FP revelan que solo el 3,9% de las matrículas en ciclos de FP de automoción en 2023 correspondieron a mujeres, aunque la tendencia es positiva respecto a años anteriores.
Este desajuste no solo reduce la diversidad interna de los equipos, sino que limita la capacidad del sector para incorporar perfiles con nuevas habilidades blandas, tecnológicas y comunicativas, cada vez más valoradas en la transformación digital del negocio.
Una oportunidad para los concesionarios
Desde asociaciones y patronales como Faconauto se vienen promoviendo iniciativas para aumentar la representación femenina en el sector, pero aún queda margen para una estrategia más ambiciosa: programas de mentoría, visibilidad de referentes, conciliación efectiva y captación de talento joven desde la FP o universidades.
En un momento donde el comportamiento del consumidor cambia tan rápido como el producto, tener equipos diversos no es solo una cuestión ética, sino una ventaja competitiva real. Y, como señala el informe de ANFAC, los concesionarios que incorporan más mujeres en sus equipos comerciales registran mayores ratios de satisfacción postventa y fidelización.