Aunque la presencia femenina en el sector automotriz español sigue siendo minoritaria, nuevos datos revelan avances en empleo, innovación y liderazgo.
La automoción española, pilar industrial del país, vive una transformación marcada por la electrificación, la digitalización y los nuevos hábitos de movilidad. En este escenario, el papel femenino en los sectores industriales se ha convertido en un termómetro de modernización. Aunque la brecha sigue siendo amplia, los avances son visibles y comienzan a respaldarse con datos oficiales.
Según la Encuesta de Población Activa del INE (2024), las mujeres representaban el 23,4 % de las personas ocupadas en la industria de vehículos de motor en el último trimestre del año, frente al 25,4 % del mismo periodo del año anterior. La cifra muestra un ligero retroceso coyuntural, pero confirma que el empleo femenino en el sector está ya consolidado en torno a una cuarta parte del total, muy por encima de los registros de hace apenas dos décadas.
Estrategia empresarial femenina
En el plano corporativo, los avances también se reflejan en la gobernanza. El XIII Informe de Mujeres en los Consejos de Administración, elaborado por Atrevia e IESE en 2025, confirma que el IBEX-35 ha superado el 40 % de consejeras, alcanzando por primera vez la paridad de facto en los consejos.
Aunque el informe analiza a todo el tejido cotizado, su lectura tiene impacto en la automoción: las empresas del sector incluidas en el índice ya no pueden permanecer ajenas a una dinámica europea en la que la diversidad es percibida como un factor de competitividad y de buena gobernanza.
Nuevos empleos, nuevas oportunidades
La transición energética y la movilidad sostenible también abren un terreno fértil para incorporar talento femenino. El Informe “Mujeres en la Transición Ecológica 2025”, publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), revela que las mujeres siguen infrarrepresentadas en sectores como la energía, el agua o el transporte, pero destacan en economía circular y proyectos comunitarios de sostenibilidad.
La conclusión es clara: si la automoción quiere liderar la transición ecológica, necesita contar con mujeres en todos los niveles de la cadena de valor, desde la ingeniería hasta la venta en concesionarios.
Más allá de las estadísticas, los nombres propios refuerzan el relato. María Paz Robina, directora general de Michelin España Portugal, se ha convertido en un referente de liderazgo industrial en un sector donde las mujeres ejecutivas son aún escasas. En paralelo, Azucena Hernández Palmero, fundadora de Eurocybcar, ha desarrollado el primer test de ciberseguridad europeo para vehículos, situando a España en la vanguardia tecnológica.
Ambos perfiles ilustran dos caminos complementarios: el de la directiva que lidera desde una multinacional consolidada y el de la emprendedora que innova en ámbitos estratégicos. Su presencia pública es esencial para visibilizar a las mujeres como protagonistas de la nueva automoción.
Los avances no deben ocultar los desafíos. El Informe Estatal del Mercado de Trabajo de las Mujeres 2025, publicado por el SEPE (descargar aquí), revela que las tasas de empleo femenino siguen por debajo de las masculinas en todos los sectores industriales, incluida la automoción. Persisten también las brechas salariales y las dificultades de acceso a posiciones de dirección en áreas técnicas y de operaciones.
Estos datos confirman que, aunque hay un cambio cultural, el sector debe ir más allá de la mera incorporación numérica y avanzar hacia la paridad en puestos de decisión.
Una transformación estratégica
La evidencia es clara: una automoción más diversa es también una automoción más competitiva. La literatura académica internacional, como el informe “Women Matter España 2023” de McKinsey & Company , muestra que las empresas con mayor presencia femenina en la alta dirección reportan mejores niveles de productividad, innovación y retención de talento.
Aplicar este principio a la automoción no es solo una cuestión de justicia social: es una estrategia empresarial de futuro.
El camino hacia una automoción más femenina está en marcha. Los datos del INE, del MITECO y de informes como el de Atrevia & IESE demuestran que hay avances reales en empleo, gobernanza y nuevas oportunidades verdes. Y los referentes femeninos en liderazgo y emprendimiento refuerzan la narrativa de un sector que comienza a dejar atrás su sesgo histórico.
El reto ahora es acelerar. Porque la automoción no solo debe ser eléctrica, digital y sostenible: debe ser también igualitaria e inclusiva, capaz de integrar el talento femenino como motor de innovación y competitividad.
