La electrificación del parque y los programas de recualificación profesional están cambiando el mapa de los talleres españoles. Cada vez más mujeres se forman en electromecánica, diagnosis y gestión energética, impulsando un salto cualitativo en la posventa.
El coche eléctrico no solo ha transformado la forma de conducir: está redefiniendo los oficios del motor.
En 2024, más de 8 500 profesionales de talleres españoles participaron en programas de recualificación vinculados a electromovilidad y digitalización, según datos de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE).
Y el dato relevante es otro: las mujeres representan ya el 18 % de quienes se certifican en estos módulos, frente al 14 % de 2022. Es un crecimiento del 27 % en dos años.
Fondos europeos y nueva formación dual
El auge formativo no surge de la nada. Los fondos europeos del Perte VEC II han financiado la modernización de centros y equipos de FP, además de la actualización de docentes en electromecánica y gestión de baterías.
En paralelo, los programas de FP Dual y los cursos de especialización del Ministerio de Educación han incorporado módulos de “movilidad sostenible” y “diagnosis avanzada” que están atrayendo perfiles más diversos.
Para muchas mujeres, supone una segunda oportunidad laboral dentro del mismo sector.
La mecánica de los nuevos vehículos exige más comprensión de software que de fuerza física. El Observatorio Industrial del Metal (Confemetal, 2024) confirma que el 71 % de las empresas de reparación considera “crítica” la digitalización del mantenimiento, y que la falta de técnicos cualificados es ya el principal cuello de botella para seguir siendo competitivas.
Ahí está la oportunidad:
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El 48 % de los talleres medianos prevé incorporar perfiles técnicos en los próximos dos años.
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1 de cada 5 candidaturas recientes a esos puestos procede de mujeres con experiencia previa en el sector o en FP dual, según la Red de Centros de Referencia Nacional de Automoción.
No se trata de “igualdad por cuota”, sino de una evolución natural: donde el conocimiento sustituye a la fuerza, el talento se abre paso.
Talleres que se transforman desde dentro
La incorporación femenina no solo cubre vacantes: cambia la cultura de los talleres. Los centros con equipos mixtos reportan mejoras en atención al cliente, organización interna y cumplimiento de protocolos de seguridad. Además, las trabajadoras suelen liderar la implantación de buenas prácticas ambientales, desde la gestión de residuos hasta la eficiencia energética.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) destaca que los talleres que han implementado formación en eficiencia energética reducen su consumo eléctrico en torno a un 12 %.
Un ejemplo más de que la sostenibilidad empieza también en el garaje.
El cambio se ve incluso en los iconos del oficio. La herramienta más usada en muchos talleres ya no es la llave inglesa, sino el ordenador de diagnosis. Esa transformación, que para algunos supuso una ruptura, se está convirtiendo en un puente para nuevas generaciones de trabajadoras.
La “nueva mecánica” no exige brazos, sino mente, y eso está democratizando la puerta de entrada al sector.Los talleres eléctricos del futuro —más limpios, tecnológicos y sostenibles— pueden convertirse en el verdadero motor de la igualdad industrial.


