El acceso en igualdad de las mujeres al vehículo propio y su creciente protagonismo como decisoras de compra están transformando silenciosamente la fisonomía del mercado automovilístico en España. Una evolución que refleja mucho más que un cambio de hábitos: habla de autonomía, de elección y de nuevas formas de conducir el futuro.
Durante buena parte del siglo XX, la imagen del automóvil privado estuvo indisolublemente ligada a la masculinidad. Conducir, comprar, mantener o incluso opinar sobre coches parecía reservado a ellos. Sin embargo, la realidad actual es distinta y desafiante: cada vez más mujeres conducen, compran y deciden sobre su propio vehículo, y con ello, redefinen hacia la igualdad el modelo de movilidad dominante.
De acuerdo con el estudio Observatorio Cetelem del Automóvil 2025, el 36% de las mujeres en España son propietarias del coche que conducen habitualmente, y un 28% se declara usuaria principal del vehículo en el hogar. Aunque persiste una brecha respecto a los hombres (54%), estas cifras reflejan un ascenso sostenido del poder de decisión femenina en el ámbito automotriz.
Las claves de una igualdad silenciosa
1. Autonomía económica y profesional
El acceso al empleo y la mejora progresiva de las condiciones laborales han permitido a muchas mujeres tomar decisiones de compra de forma autónoma. El coche, en este contexto, no es un lujo, sino una herramienta esencial para la conciliación, la movilidad y la independencia.
2. Nueva cultura de consumo
Lejos del impulso, la decisión de compra femenina suele estar guiada por criterios de eficiencia, fiabilidad, seguridad y sostenibilidad. La estética importa, pero no determina. Esta mirada racional y multidimensional ha obligado a muchas marcas a repensar su catálogo y su narrativa.
3. De la invisibilidad a la voz activa
Clubes de conductoras, foros online, plataformas de comparación y redes sociales especializadas han dado visibilidad a mujeres que analizan, opinan y recomiendan. Hoy, la “experta en coches” ya no es una excepción, sino una figura en consolidación.
Un mercado que observa, pero no siempre reacciona
A pesar de estos cambios, muchas campañas de publicidad y mensajes del sector siguen anclados en estereotipos. La representación de la mujer como copiloto, usuaria secundaria o mera espectadora sigue siendo frecuente. No obstante, algunos fabricantes comienzan a apostar por una comunicación honesta, inclusiva y basada en la realidad social del siglo XXI.
Por otro lado, el auge del coche eléctrico, el carsharing y la movilidad sostenible ofrece nuevos espacios donde el perfil femenino está jugando un papel protagonista. La relación con el vehículo se redefine, y con ella, las decisiones que afectan a todo el ecosistema comercial.
La historia del automóvil ha estado llena de curvas, pero también de cambios de marcha. La irrupción de la mujer como figura activa en la propiedad y elección del coche es uno de los más relevantes de las últimas décadas. Entender cómo conducen, eligen y deciden ellas no es solo una cuestión de justicia: es una oportunidad para imaginar un mercado más justo, competitivo y conectado con la vida real.
Porque la igualdad también se conduce. Y lo hace con mirada propia.