La instalación de puntos de carga se ha convertido en un nuevo negocio dentro de los concesionarios. En esa frontera entre tecnología, sostenibilidad y atención al cliente, cada vez más mujeres asumen el liderazgo operativo.
Los concesionarios españoles están cambiando el sonido del motor por el zumbido de los cargadores eléctricos.
España superó los 36 000 puntos de recarga públicos y privados en 2024, un 42 % más que el año anterior. Detrás de esa expansión hay un nuevo perfil profesional: la responsable de recarga, una figura que une gestión técnica, atención al cliente y visión comercial.
En muchos casos, son mujeres que provienen de la posventa o la administración de concesionarios y que han decidido dar el salto hacia la electromovilidad.
Un negocio que se recarga a sí mismo
La infraestructura de carga se ha convertido en una nueva línea de rentabilidad.
Los informes del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) confirman que el 65 % de los concesionarios que han instalado cargadores propios ofrecen también servicio de recarga a clientes externos, con márgenes que oscilan entre el 5 % y el 12 %.
El salto no solo implica inversión: también requiere perfiles especializados en instalación, mantenimiento, facturación y atención energética.
La asociación calcula que una de cada cinco nuevas incorporaciones en el área de movilidad eléctrica corresponde a mujeres, sobre todo en gestión y soporte técnico. Y las previsiones apuntan a que esta proporción seguirá creciendo a medida que los fabricantes amplíen sus redes de carga rápida y los concesionarios integren servicios de energía.
Formación y reconversión dentro de la red
Los programas de formación muestran un interés creciente: en 2024, el 22 % de las personas que completaron cursos de infraestructura de recarga eran mujeres, frente al 14 % en 2022.
En su mayoría, son profesionales que ya trabajaban en concesionarios y decidieron ampliar competencias hacia la energía eléctrica.
“Al principio, nadie sabía cómo gestionar la recarga. Ahora es un área clave del negocio y necesita organización, comunicación y visión de servicio”, explica una coordinadora de red en Valencia.
El aprendizaje técnico —cómo dimensionar potencias, gestionar tarifas, optimizar el uso del cargador— se complementa con habilidades comerciales y de atención digital, lo que favorece la incorporación de perfiles femeninos acostumbrados a la gestión de clientes.
Conectadas al cambio
La presencia de mujeres en la gestión energética está transformando la cultura de los concesionarios.
Los equipos mixtos mejoran la eficiencia operativa y la satisfacción de cliente: según un estudio interno de Faconauto Woman, los concesionarios con gestión diversa registran un 9 % más de uso de cargadores y un 15 % más de fidelización en clientes de vehículos eléctricos.
La explicación es sencilla: una atención más empática y personalizada convierte la recarga en experiencia, no en trámite.
Y lo más importante: ese liderazgo femenino no llega como cuota, sino como consecuencia lógica de la profesionalización del sector. Allí donde el conocimiento pesa más que la fuerza, la igualdad se acelera.
El futuro se carga en femenino
La electrificación ha abierto un nuevo lenguaje en la automoción, y las mujeres están aprendiendo a hablarlo con fluidez. Desde los departamentos de energía hasta las áreas de sostenibilidad, su papel crece con la misma velocidad que las redes de recarga.
Los concesionarios, convertidos en microcentros energéticos, ya no solo entregan coches: gestionan electricidad, datos y confianza. Y cada vez más, esa confianza tiene nombre de mujer.


