El compromiso, la organización y la implicación en políticas de igualdad favorecen los resultados empresariales y el buen clima laboral
La crisis sanitaria por el COVID-19 ha dejado a la luz desigualdades notables entre hombres y mujeres en materia laboral. Además de indudable brecha salarial, la capacidad de ascender a las cúpulas directivas continúa resultando más costosa para las mujeres. Un informe de PWC sobre La mujer directiva en España destaca que solo el 20% de los puestos de las direcciones funcionales están ocupadas por mujeres.
Durante el primer año de andadura de Faconauto Woman, hemos realizado un conjunto de acciones para impulsar el talento femenino en los concesionarios. Nuestros próximos retos estarán, además, enfocados a potenciar la presencia de la mujer en los puestos directivos. Y es que el liderazgo femenino ofrece una serie de beneficios que repercuten de forma positiva en el conjunto de la organización. Ofrecemos una lista de ventajas competitivas que hacen de este liderazgo profesional un camino de éxito:
Voluntad de colaboración: Gracias a su capacidad para motivar al equipo, alentar la participación e implicación, el liderazgo femenino suele venir acompañado de interesantes resultados corporativos.
Organización y cohesión: En una visión global, el adecuado orden en los procesos, la previsión y la capacidad analítica son primordiales para conseguir un proyecto exitoso. Estas habilidades, unidas al sentido de la calidad, la sensibilidad y la empatía favorecen un entorno laboral competitivo, cohesionado, que unifica al equipo en aras de conseguir un mejor rendimiento y productividad.
Compromiso social: La voluntad de abogar por las políticas de conciliación y flexibilización es una ventaja competitiva que asegura una mayor calidad de vida familiar. Estas actuaciones propician un reparto equitativo de las responsabilidades del hogar y contribuyen a crear atmósferas de trabajo más inspiradoras.
Espíritu de equipo diverso: El liderazgo femenino lleva aparejado el impulso por la diversidad y la promoción de políticas de igualdad. Con estas medidas, se favorece el trabajo en equipos de forma orgánica, primando las plantillas mixtas y con comportamientos inclusivos.