Estos acantilados de cristal se manifiestan de diversas formas. En situaciones desafiantes o momentos de crisis, las mujeres son más propensas a ser seleccionadas para liderar proyectos.
Los acantilados de cristal, un fenómeno que afecta a las mujeres en posiciones de liderazgo, añaden una complejidad adicional al ya existente panorama de desafíos. A pesar de los avances en la lucha contra los techos de cristal y los suelos pegajosos, las mujeres que alcanzan roles de liderazgo se encuentran con esta nueva realidad que refleja que, incluso en la cima, hay obstáculos adicionales por superar.
Estos acantilados de cristal se manifiestan de diversas formas. En situaciones desafiantes o momentos de crisis, las mujeres son más propensas a ser seleccionadas para liderar proyectos. Este fenómeno puede deberse a la percepción estereotipada de que las mujeres poseen habilidades como empatía y eficacia en momentos difíciles. Asimismo, las organizaciones a menudo recurren a colocar a mujeres en roles de visibilidad durante periodos crisis para mostrar un cambio positivo y abordar los desafíos de manera efectiva.
A pesar de estos avances en la participación de las mujeres en roles de liderazgo, los acantilados de cristal subrayan que aún persisten desafíos significativos para lograr una verdadera igualdad de género en el ámbito laboral y público. Es necesario continuar abogando por un cambio cultural y estructural que permita a las mujeres no solo llegar a la cima, sino también desenvolverse de manera equitativa y exitosa en todas las circunstancias. Así, la igualdad de oportunidades y el éxito profesional deben ser independientes del género, y los acantilados de cristal resaltan la importancia de crear un entorno donde todas las personas puedan liderar y prosperar en todas las circunstancias laborales y públicas.