La baja representación femenina en los equipos de diseño y simulación digital de automoción tiene efectos directos sobre la ergonomía, seguridad y experiencia de conducción. Un análisis que expone el coste oculto de la desigualdad técnica
Durante décadas, los equipos de diseño en la industria automotriz han trabajado en base al “varón promedio de 1,77 m y 76 kg” como referencia estándar en ingeniería de producto. Esta exclusión técnica ha generado una brecha de seguridad tangible para las mujeres.
Según el informe Gendered Innovations 2 de la Comisión Europea, la falta de análisis de género en el diseño de vehículos ha llevado a que las mujeres tengan un mayor riesgo de lesiones en accidentes automovilísticos debido a que los sistemas de seguridad no están optimizados para su anatomía.
A pesar del desarrollo de la simulación computacional avanzada, los modelos digitales y maniquíes de prueba utilizados en el diseño de automóviles siguen representando mayoritariamente cuerpos masculinos. Esta invisibilidad en los datos perpetúa errores en sistemas como los airbags, reposacabezas o cinturones.
El informe destaca que la mayoría de los maniquíes de prueba representan a hombres, y que incluso en los casos en que se utilizan modelos femeninos, estos no responden a características biomecánicas reales, sino que son versiones escaladas de los masculinos.
Ante esta desigualdad técnica, la investigadora sueca Astrid Linder, del Instituto Nacional de Investigación de Carreteras y Transportes de Suecia (VTI), lideró la creación de EvaRID, el primer modelo digital de mujer promedio diseñado para pruebas de latigazo cervical. Este modelo considera aspectos como masa corporal, distribución de tejido blando y geometría ósea.
EvaRID ha sido desarrollado en el marco del proyecto ADSEAT, financiado por la Comisión Europea, y actualmente se promueve su inclusión en la normativa de evaluación de vehículos por parte de Euro NCAP.
La falta de mujeres en el diseño perpetúa los sesgos
La escasez de ingenieras en posiciones clave de diseño contribuye a que no se prioricen soluciones inclusivas. La presencia femenina se concentra en áreas administrativas o de marketing, pero menos del 12% de los ingenieros de diseño y simulación en automoción son mujeres en Europa.
El informe She Figures 2021 de la Comisión Europea muestra que solo el 14% de los inventores en patentes europeas del sector del transporte son mujeres.
Un caso de estudio paradigmático fue el Volvo YCC (Your Concept Car) de 2004, desarrollado por un equipo compuesto íntegramente por ingenieras y diseñadoras. El resultado fue un coche que integró soluciones prácticas como reposacabezas más ajustables, mejor visibilidad, controles simplificados y carrocería de fácil mantenimiento, aspectos normalmente relegados en los modelos de diseño convencional.
Volvo no llevó el YCC a producción, pero sentó un precedente técnico sobre la aportación de una mirada femenina en diseño de automoción.
El coste oculto de la desigualdad técnica
El bajo porcentaje de mujeres en diseño y simulación digital automotriz no solo es un problema de representación profesional. Es una cuestión de seguridad pública, calidad de producto y justicia tecnológica.
Si los vehículos no se diseñan para todos los cuerpos, no pueden proteger a todas las personas. Incorporar sistemáticamente variables de género en el diseño técnico es un paso urgente para hacer la automoción más segura, más justa y más avanzada. La igualdad, en este caso, no es una política: es una mejora de ingeniería.
