Las organizaciones con una mayor representación femenina en puestos directivos no solo muestran mejores expectativas de beneficios, sino que también están más dispuestas a invertir en crecimiento.
Promover la igualdad de género en la alta dirección no solo responde a un imperativo ético, sino que también genera beneficios concretos para las empresas. La diversidad y la inclusión en los equipos de liderazgo han demostrado ser factores que impulsan la rentabilidad, la innovación y la reputación de las organizaciones.
No obstante, a pesar de estas ventajas, muchas empresas aún no han integrado de manera significativa a las mujeres en sus equipos directivos. El reciente informe ‘Women in Business’ de Grant Thornton muestra una relación clara entre la presencia femenina en la alta dirección y los resultados empresariales positivos, especialmente en empresas medianas que esperan un incremento en sus beneficios.
VENTAJAS PARA LAS EMPRESAS
Las organizaciones con una mayor representación femenina en puestos directivos no solo muestran mejores expectativas de beneficios, sino que también están más dispuestas a invertir en crecimiento. Estas empresas, con un 35% de mujeres en su alta dirección, superan la media global y destacan por su optimismo hacia el futuro, adoptando estrategias de inversión ambiciosas que buscan posicionarse por delante de la competencia.
Sin embargo, es importante considerar no solo la cantidad, sino también los roles específicos que ocupan las mujeres en la alta dirección. A pesar de los avances en la representación femenina, se ha observado una disminución en la proporción de mujeres en cargos clave como CEO y Directora de Operaciones, lo que podría tener un impacto en la capacidad de estas empresas para mantener un rendimiento competitivo.
La situación varía según el sector. En servicios financieros, donde la medición del rendimiento es crucial, las mujeres enfrentan obstáculos adicionales, especialmente cuando sus carreras se ven interrumpidas por responsabilidades familiares. Además, la falta de sucesoras preparadas cuando una mujer en un alto cargo deja su puesto agrava esta situación.
A pesar de estos desafíos, hay sectores donde la representación femenina en roles clave está aumentando. En banca y gestión de activos, las mujeres han ganado terreno en puestos de Directora de Operaciones y Directora Financiera, lo que sugiere un cambio positivo en la contratación y una mayor inclusión de voces femeninas en la toma de decisiones.
En el mid-market de servicios financieros, un tercio de los puestos de alta dirección están ocupados por mujeres, alineándose con la media global. A medida que se logran avances significativos para promover la igualdad de género, las perspectivas para las mujeres son cada vez más prometedoras, según Grant Thornton.