El auge del vehículo eléctrico y la transformación industrial están abriendo nuevas oportunidades laborales para las mujeres en la automoción española. Por primera vez en una década, el sector suma más trabajadoras en todas las áreas técnicas y de gestión.
La industria del motor, durante años considerada uno de los bastiones más masculinos del empleo industrial, empieza a virar. Según el Informe Estatal del Mercado de Trabajo de las Mujeres 2025 del SEPE, el número de mujeres empleadas en el sector de fabricación y mantenimiento de vehículos creció un 6,3% interanual.
En total, son más de 52 000 trabajadoras, frente a las 48 900 registradas el año anterior.
El informe atribuye este avance a dos factores principales:
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La expansión de la producción de vehículos eléctricos y componentes sostenibles.
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La digitalización de procesos que está demandando nuevos perfiles cualificados —diagnosis electrónica, software de batería o gestión de datos—, donde la presencia femenina crece con rapidez.
Electrificación: una puerta de entrada
El ACEA Electric Vehicle Factbook 2025 sitúa a España como el tercer productor europeo de vehículos eléctricos, solo por detrás de Alemania y Francia. Esa posición ha atraído inversiones industriales que están generando empleos técnicos verdes: ensamblaje de baterías, mantenimiento eléctrico, logística inteligente.
En las nuevas plantas, los porcentajes cambian: uno de cada cuatro nuevos contratos corresponde a mujeres, frente al 15 % de hace cinco años.
“En la línea de montaje ya no se mide la fuerza física, sino la precisión”, explica una responsable de recursos humanos de Martorell. “Eso ha abierto el campo a un talento diverso que antes no tenía espacio.”
El Observatorio de la Formación Profesional (MEFP, 2025) confirma que las matrículas femeninas en ciclos vinculados a la automoción —Electromecánica, Mecatrónica o Sistemas de Propulsión Eléctrica— han aumentado un 22% en tres años.
Detrás de esa tendencia está la nueva FP Dual, que permite a las alumnas aprender directamente en fábricas y talleres digitalizados.
Los fabricantes y concesionarios están reforzando esta alianza. Según datos de Faconauto Woman, el 32 % de las incorporaciones femeninas en 2025 en la red de concesionarios se produce en áreas técnicas o de servicio digital, un récord histórico.
Un efecto multiplicador
La incorporación femenina tiene también un impacto macroeconómico. De acuerdo con cálculos del Ministerio de Industria, por cada punto porcentual que aumenta el empleo femenino en automoción, el sector añade 430 millones de euros al PIB industrial.
El motivo: mayor cualificación, menor rotación y mayor productividad en entornos mixtos.
Los talleres y concesionarios que han implantado planes de igualdad registran un 11 % más de retención de personal y un 8 % más de satisfacción de cliente, según datos internos de Faconauto.
Si la electrificación es el catalizador, la clave estará en mantener el ritmo de formación y especialización.
El SEPE advierte que el sector necesitará 40 000 nuevos técnicos y técnicas cualificados antes de 2030, y que la mitad podrían ser mujeres si se mantienen los actuales programas de captación y formación.
Por primera vez en décadas, la igualdad en automoción no se plantea como desafío, sino como oportunidad económica real.
Porque el futuro del motor español ya no solo se mueve con energía eléctrica: también con energía femenina.


