En el ‘Día de la Mujer y la niña en la Ciencia’, rendimos homenaje a mujeres inspiradoras que fueron clave en el sector del automóvil
Fueron pioneras en su labor y se han convertido en modelos y referencias para las profesionales del futuro. Hoy, 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la niña en la ciencia, queremos rendir homenaje a varias inventoras e ingenieras sobresalientes en la industria del motor. Estas mujeres han dejado su impronta en instrumentos o dispositivos clave para el funcionamiento de los automóviles, que hoy forman parte del uso cotidiano en la conducción.
- Mary Anderson, el limpiaparabrisas:
Mary Anderson (Alabama 1866-Birmingham 1953) tuvo una idea brillante al detectar que los taxistas perdían el control del automóvil debido a la lluvia. Su afán emprendedor y entusiasta la impulsó a diseñar el primer limpiaparabrisas, un artefacto que unía un brazo metálico a una lámina para arrastrar el agua de la luna de los vehículos. En su origen, el limpiaparabrisas tuvo que toparse con algunas piedras en el camino. Fue desechado inicialmente por una empresa canadiense. No obstante, esto no impidió que Anderson mejorase el modelo y consiguiera patentarlo en 1903. Años después, otros fabricantes lo fueron incorporando a sus coches, y, hoy en día, es un elemento imprescindible para cualquier coche convencional.
- Florence Lawrence, el intermitente:
Nacida en Canadá en 1886, Florence Lawrence comenzó su carrera en el cine, donde triunfó con sus apariciones en numerosas películas. Pero su mayor éxito lo consiguió en la industria del motor. A Lawrence le debemos uno de los instrumentos fundamentales para señalar los giros y dirección mientras circulamos: el intermitente. Diseñado en 1914, consistía en una especie de brazos instalados en el parachoques traseros que indicaba si el coche iba a girar a un lado u otro. Desafortunadamente, nunca patentó el dispositivo, por lo que las empresas lo utilizaron sin ofrecerle reconocimiento.
- Dorothy Levitt, el retrovisor:
Fue la primera mujer que ganó una carrera automovilística y consiguió el récord del mundo femenino al alcanzar los 146,25 km/h. De origen británico, esta piloto nacida en 1882 realizó un destacada aportación al mundo de la automoción. En su libro The Woman and the Car: A chatty little handbook for all women who motor or who wants to motor, recogió una idea innovadora: cómo el empleo de un pequeño espejo ayudaba a ver el tráfico detrás del propio vehículo. De ahí nació la inspiración que llevaría a los constructores a desarrollar el retrovisor en 1924.