A medida que el sector automovilístico se orienta hacia la experiencia, la empatía y la fidelización, las habilidades blandas se consolidan como el nuevo motor del cambio. Y en ese terreno, las mujeres muestran su liderazgo.
Durante décadas, la relación con el cliente en el sector de la automoción estuvo centrada en el producto. Ficha técnica, descuentos, financiación. Pero hoy, en un mercado donde el consumidor está informado, empoderado y digitalizado, la diferencia ya no la marca el coche, sino cómo te hacen sentir al comprarlo, usarlo y mantenerlo.
Esa transformación ha hecho que las soft skills —comunicación, escucha activa, inteligencia emocional, liderazgo colaborativo— sean ahora más valiosas que nunca. Y no es casualidad que en ese entorno las mujeres estén ganando visibilidad y terreno, desde los puestos de atención al cliente hasta la dirección de equipos de ventas y postventa.
Un liderazgo centrado en la experiencia
El informe Women in the Workplace 2024 de McKinsey destaca que las mujeres líderes tienden a ejercer estilos de gestión más inclusivos, centrados en el desarrollo del equipo, el reconocimiento y la conexión interpersonal. Estas cualidades son especialmente valoradas en sectores como el automovilístico, donde la fidelización y la percepción de confianza son claves.
Además, según un estudio del Instituto de Empresa Familiar, el 62% de las empresas que cuentan con mujeres en puestos de liderazgo en ventas reportan mejoras en la satisfacción del cliente y en la retención de talento.
Cada vez son más los grupos de concesionarios y marcas que reconocen este valor. Empresas como Renault, Toyota o BMW han impulsado planes específicos de liderazgo femenino y habilidades interpersonales en sus equipos de ventas y servicios, conscientes de que una clientela más diversa demanda una atención más empática, humana y especializada.
En algunos casos, las responsables de experiencia de cliente provienen de entornos no tradicionales para el sector: psicología, sociología, comunicación. Esta transversalidad ha permitido crear procesos más inclusivos, accesibles y cercanos, especialmente en la postventa, donde la retención y la gestión emocional del cliente son críticas.
El futuro del sector también habla en clave emocional
El coche como objeto de deseo ha dado paso al coche como servicio, como experiencia, como relación continua. En ese modelo, las habilidades blandas no son accesorias, sino el diferencial competitivo. Y el liderazgo femenino, con su fuerte componente empático y transversal, está marcando el ritmo del cambio.
Como concluye el informe Future of Jobs Report 2025 del World Economic Forum, las habilidades con mayor crecimiento proyectado no son técnicas, sino relacionales: pensamiento analítico, resiliencia, creatividad, comunicación y liderazgo. Justo el campo donde las mujeres están brillando.
La revolución ya no está bajo el capó. Está en las personas.