Para cerrar la brecha entre el campo y la ciudad, es fundamental fomentar la innovación y la diversificación en educación y oportunidades de empleo.
En gran parte de Europa, las zonas rurales registran las mayores tasas de desempleo y abandono escolar, debido a la escasa oferta de empleo y la falta de acceso a la educación y capacitación profesional. Esta situación hace que los jóvenes rurales europeos tengan dificultades para encontrar empleo adecuados a su formación.
El tema de la empleabilidad de los jóvenes en áreas rurales rara vez ha sido abordado por la investigación académica. Sin embargo, el proyecto Track-In, llevado a cabo por investigadores de diversas universidades europeas, se ha centrado en analizar las oportunidades de empleo, educación y formación para los jóvenes del continente.
TASAS DE LOS PAÍSES EUROPEOS
La cifra de jóvenes europeos entre 15 a 29 años sin empleo, educación ni formación, osciló entre el 3 % en Países Bajos e Islandia y cerca del 20 % en países como Rumanía, Montenegro o Macedonia del Norte. Entre los países con mayores tasas se encuentran Estonia (16 %), Italia y España (14 %), y Bulgaria (12 %).
A principios de este siglo, varios países europeos pusieron en marcha programas para abordar el desempleo juvenil en áreas rurales, enfocándose en el fomento del emprendimiento, la capacitación vocacional y el acceso a la financiación. No obstante, las tasas de desempleo juvenil en zonas rurales se han mantenido relativamente altas debido a la tendencia hacia la despoblación y la falta de inversión en infraestructuras adecuadas, así como a prácticas agrícolas menos productivas.
APOYO A LOS JÓVENES EN ÁREAS RURALES
Para cerrar la brecha entre el campo y la ciudad, es fundamental fomentar la innovación y la diversificación en educación y oportunidades de empleo. Sin embargo, las políticas de empleo nacionales rara vez han desarrollado herramientas específicas para los jóvenes rurales desempleados. La atención suele centrarse en grupos como los desempleados de larga duración y las personas con discapacidad.
El proyecto Track-In también ha identificado buenas prácticas para apoyar a los jóvenes en áreas rurales de varios países europeos, como Portugal, Lituania, Bulgaria, Estonia y España. Asimismo, se han realizado encuestas directas a los jóvenes para comprender su situación y cómo perciben el apoyo de los servicios públicos de empleo.
Los resultados preliminares de la investigación muestran la alta vulnerabilidad de los jóvenes en zonas rurales, con falta de oportunidades en formación y empleo, y la carencia de legislación y programas adecuados para abordar estos problemas. En respuesta a esta situación, la Comisión Europea ha iniciado el programa The Rural Pact, que busca desarrollar nuevas políticas y programas para las zonas rurales con la colaboración de políticos, expertos y organizaciones que trabajan en este ámbito.