- Un estudio de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) revela que todavía hay un gran sesgo de género en el sector sanitario tanto en el ámbito profesional, como en el académico.
La medicina continúa siendo un sector predominante masculino donde las mujeres tienen menos posiciones de liderazgo. Así lo indica Pilar Garrido, presidenta de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), una entidad que ha identificado diversas brechas de género en medicina a partir de la elaboración de una radiografía multidisciplinar sobre las españolas dentro del sector sanitario desde 2019 hasta 2021.
El estudio, titulado Mujeres en Medicina en España (WOMEDS), ha analizado en profundidad el estado de la cuestión de género en el sector sanitario por comunidades autónomas, dividiéndolo en cuatro áreas: la asistencia sanitaria, la participación en organizaciones profesionales, las posiciones en el ámbito académico y los roles en la investigación científica. Los resultados del informe evidencian, en palabras de Garrido, que todavía hay “un claro margen de mejora” a nivel nacional en materia de género.
La notable brecha de liderazgo femenino en el sector médico
Si bien es cierto que las cifras de la investigación avalan que en junio de 2021, el 61% de los médicos que trabajaban en centros sanitarios públicos en España eran mujeres, destaca la reducida cantidad de jefas de servicio. De hecho, los porcentajes oscilan entre el 20% y el 46% en Andalucía y Navarra, respectivamente.
Por lo que en ningún caso hay más mujeres que hombres liderando la actividad asistencial. No obstante, los márgenes de mejora varían en función de la comunidad autónoma, tal y como se subraya desde FACME.
De igual forma, en las organizaciones médicas nacionales también se detecta la ausencia de presidentas ya que solo tres organizaciones tuvieron a una mujer como alto cargo entre 2019 y 2021. En las demás, ocho contaron con directivos hombres y mujeres y en el resto, únicamente hombres. Lo mismo ocurre con los colegios oficiales médicos, pero en el norte de España sí hay datos positivos para la mujer.
El ámbito académico-científico, otra gran brecha de género en medicina
Más allá del ámbito profesional, WOMEDS también vislumbra la desigualdad porcentual respecto a los hombres en el campo de la investigación académica o científica en materia médica. El punto de partida es que, tal y como se recoge por el Ministerio de Educación y Formación Profesional en su Radiografía de la brecha de género en formación STEAM, en los últimos años se ha reducido el porcentaje de mujeres que eligen estudiar carreras científicas.
Sin ir más lejos, en Salamanca, Sevilla, Asturias, Galicia y Valladolid el porcentaje de mujeres en las academias es de 0%. No obstante, hay otras comunidades como Cataluña donde cuentan con un 50% de representación, aunque el cargo más frecuente es en las secretarías generales con un 23%.
Asimismo, la radiografía de FACME aborda la cantidad de mujeres en las facultades de medicina y muestra que en 39 de las 44 universidades españolas examinadas el 45% son mujeres, pero la diferencia sustancial se percibe en la cantidad de mujeres médicas que tutorizan tesis doctorales, ya que únicamente son un 38%. A este dato sobre la situación en las facultades se ha referido la vicepresidenta de la Conferencia de Decanos, Carmen Gallardo, como “preocupante” ya que hay “una llamativa falta de mujeres en puestos de liderazgo”, también en las universidades.
En esta línea, el informe vislumbra que las mujeres se dedican menos a la investigación en el sector sanitario que los hombres y ciertas modalidades como la investigación clínica independiente tan solo hay un 22% de mujeres. También en los Comités Científicos se revela cierta desigualdad, pero los datos varían en función de la entidad. Por ejemplo, mientras que en la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT) solo hay un 11% de mujeres, en la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) hay un 80% y también hay otras que se mueven en cifras equitativas.
La presidenta de FACME afirma que a pesar de que llame la atención la “variabilidad según la comunidad autónoma” de los datos sobre el sesgo de género, todavía queda recorrido para reducir la “pronunciada brecha de género” que hay en la actualidad en diferentes ámbitos de la medicina. “De momento, el acceso generalizado de las mujeres a la profesión médica no se ha traducido en una incorporación proporcional a los puestos de liderazgo ni en lo profesional ni en lo académico”, concluye.