A pesar de que la cifra ha aumentado en tres puntos respecto al año anterior, sigue por debajo de la media europea.
España ha avanzado a lo largo de 2022 en lo que se refiere a la presencia de mujeres en los consejos de entidades financieras, situándose en el 40 %. Sin embargo, este dato sitúa a nuestro país por debajo de la media en Europa. Así lo ha revelado la segunda edición del EY European Financial Services Boardroom Monitor.
La mayor presencia femenina en los consejos de las entidades financieras se ha traducido en un crecimiento de tres puntos respecto al año anterior, pero no alcanza aún los registros habituales del Viejo Continente, que en este caso la proporción suele ser del 58 % de los hombres y el 42 % de las mujeres. En cualquier caso, el documento concluye que el sector “va dando pasos sólidos hacia una paridad total”.
LA PARIDAD DE GÉNERO, UN FACTOR DE PESO
El informe indica que la paridad de género es un factor capital a la hora de hacer más atractivas las inversiones en la banca. No en vano, añade que el 44 % de los inversores europeos tiene en cuenta la diversidad de sexos en estos órganos, de manera que la mayoría considera que influye “significativamente” en la toma de decisiones. Por contra, hay un 16 % que no ve influencia alguna.
MENOS DURACIÓN EN EL CARGO
Al margen de las apreciaciones anteriores, los datos muestran que las mujeres suelen permanecer en su cargo unos 69 meses, diez menos que los que acostumbran a estar sus compañeros varones, una diferencia mayor de la que existe en Europa, con registros medios de 54 y 55 meses, lo cual supone un reto adicional para los próximos años.
El perfil de mujer que ocupa un puesto en consejos de entidades financieras en España es más joven que el de los hombres: unos 59 años de media por los 64 de ellos. Dicho esto, también se replica una distancia con el resto del continente: 60 y 57 años.
“En España, tanto consejos de administración como directivos están tomando medidas para aumentar la diversidad en sus empresas. Conseguir una mayor paridad de género y asegurar que los órganos de gobierno reflejan la diversidad de los clientes y la sociedad en la que actúan es un trabajo en curso”, señalan desde EY.
