Según los datos proporcionados por la Estadística de Mercado de Trabajo y Pensiones basada en fuentes tributarias, en el año 2022 los hombres en este sector percibieron un salario un 42 % superior al de sus compañeras.
La disparidad salarial entre hombres y mujeres se manifiesta claramente en las remuneraciones que reciben por su trabajo. Aunque, en teoría, la igualdad salarial debería ser una realidad, ya que es ilegal pagar salarios diferentes por el mismo trabajo, la brecha persiste debido a diferencias en los roles y posiciones laborales. Esta desigualdad se hace evidente al observar la distribución de cargos, donde los hombres tienden a acceder a puestos de mayor jerarquía.
Un ejemplo ilustrativo de esta brecha se encuentra en el sector financiero. Según los datos proporcionados por la Estadística de Mercado de Trabajo y Pensiones basada en fuentes tributarias, en el año 2022 los hombres en este sector percibieron un salario un 42 % superior al de sus compañeras. En el específico ámbito de entidades financieras y aseguradoras, categorizado así por la Agencia Tributaria, el salario medio anual se situó en 45.431 euros. No obstante, al desglosar estos datos por género, se revela que los hombres alcanzaron un salario medio anual de 53.810 euros, mientras que las mujeres en el mismo sector registraron un salario medio de 37.897 euros.
LIDIANDO CON LA BRECHA DE GÉNERO
Esta disparidad salarial se traduce en una diferencia promedio de 15.913 euros al año entre hombres y mujeres que desempeñan funciones similares en el sector financiero. De este modo, es imperativo abordar estas inequidades estructurales para promover un entorno laboral donde la remuneración esté basada en la meritocracia y no en factores de género.