Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) reflejan un aumento de la tasa de abandono educativo temprano.
El abandono escolar prematuro es una cuestión que preocupa en nuestro país. Y es que los datos recogidos por la Encuesta de Población Activa (EPA) a lo largo del año pasado reflejan que uno de cada siete jóvenes abandona los estudios de forma temprana. Asimismo, la información plasma un incremento de la tasa de abandono escolar en dichas edades, de forma que en 2022 este indicador pasó del 13,3 al 13,9 %.
Esto supone la primera vez desde el año 2008 en la que crece el porcentaje de población dentro del grupo de 18-24 años de edad que no ha finalizado algún tipo de formación más allá de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y la continuidad de España en el segundo lugar de la Unión Europea en lo que respecta a abandono escolar prematuro, que se ubica en el 9,7 %, según los datos de Eurostat recogidos en enero de 2022.
UNA TASA DE DESEMPLEO JUVENIL ELEVADA
Las razones que explican esta situación son varias, y sus consecuencias en el desarrollo personal del joven así como para el desarrollo social y económico del país, son relevantes. Y es que el contexto en el que se produce el crecimiento de la tasa de abandono escolar a una edad temprana está marcado por el gran desempleo juvenil que sufre España, como lo refleja el dato de que cerca de uno de cada tres jóvenes menores de 25 años no encuentra trabajo (29,74 %), según los datos del INE de 2022.
Una conjetura que complica la consecución del objetivo marcado en la Agenda 2030, por el que se pretende reducir el abandono educativo temprano al 9 %, y lo que demuestra al mismo tiempo que queda un largo camino por recorrer.