Las mujeres representan únicamente el 11.1% de la fuerza laboral en este campo. Por ello, la búsqueda de talento femenino se ha convertido en una prioridad urgente.
El sector de la construcción enfrenta la inminente necesidad de cubrir más de 700.000 puestos de trabajo en los próximos años debido al relevo generacional. A pesar de esta demanda creciente, las mujeres representan únicamente el 11.1% de la fuerza laboral en este campo, es decir un total de 147.337 trabajadoras. Por este motivo, la búsqueda de talento femenino se ha convertido en una prioridad urgente, pero diversos obstáculos persisten en el camino hacia la igualdad de género en la construcción.
Según revela la consultora Catenon, especializada en la búsqueda de profesionales, existen desafíos que dificultan la incorporación de mujeres a roles tradicionalmente masculinos en obra. La percepción de la dureza del trabajo en el sitio, la desconfianza de los clientes finales en la capacitación de las mujeres y los estereotipos arraigados sobre que la construcción “no es para mujeres” son algunas de las barreras identificadas.
Por su parte, el informe “Mujeres en el Sector de la Construcción” de la Fundación Laboral de la Construcción, y recogido por El Nacional, ofrece una visión más detallada de la presencia femenina en este ámbito. Aunque ha habido un aumento en el número de mujeres empleadas en 2022, aún persisten estereotipos y desafíos estructurales. La mayoría de las mujeres en la construcción tienen estudios superiores de ingeniería, representando seis de cada diez profesionales en el gremio. Este desequilibrio refleja la percepción arraigada de que ciertos roles en la construcción no son adecuados para mujeres.
UN ENTORNO MÁS INCLUSIVO
Así, la construcción, siendo un sector históricamente masculinizado, afronta la tarea de desmontar estereotipos y crear un entorno más inclusivo. A pesar de los avances en la promoción de la igualdad de género y la diversidad, persiste la dificultad para incorporar mujeres a roles específicos en obra, como electricistas, fontaneras o albañilas. Desde la consultora, enfatizan que este cambio necesario no solo recae en la industria, sino en toda la sociedad, solicitando la colaboración para superar sesgos de género y fomentar la inclusión.
El informe también subraya el potencial futuro para las mujeres en la construcción, especialmente en un contexto de digitalización e industrialización del sector. Las oportunidades de desarrollo se presentan a medida que la industria evoluciona, y la presencia femenina se vuelve esencial no solo para abordar la escasez de personal, sino para generar sociedades más justas donde todas las personas tienen su espacio.