A pesar de ello, hay un aspecto positivo que señalar: la brecha salarial se ha reducido moderadamente.
La participación femenina en los altos cargos empresariales en España sigue siendo escasa, representando apenas el 15,6%. Así se desprenden de los datos del reciente estudio de ICSA Grupo y EADA Business School, recogidos por El País.
Esta cifra es preocupante, especialmente al considerar que es incluso menor que la registrada en 2023 (16,6%) y mucho menos que el punto más alto alcanzado en 2021, que fue del 18,8%. Desde entonces, esta proporción ha ido disminuyendo constantemente, alejándose considerablemente del récord de 2008, cuando alcanzó el 19,5%.
A pesar de todo esto, hay un aspecto positivo que señalar: la brecha salarial se ha reducido moderadamente. Actualmente, los hombres ganan un 11,2% más que las mujeres, en comparación con el 12,1% registrado en 2023. Esto sugiere que se están produciendo algunos avances, aunque modestos.
Según Aline Masuda, investigadora y profesora de EADA Business School, la desigualdad de género en los roles directivos se debe en gran medida a que las mujeres continúan asumiendo predominantemente las responsabilidades de cuidado. Para abordar esta situación, Masuda sugiere que las empresas deben reconsiderar el diseño de los puestos de dirección para facilitar una mejor conciliación entre el trabajo y la vida familiar. Además, destaca que los trabajos que promueven la presencialidad y las largas horas extra, conocidos como “trabajos codiciosos”, contribuyen a perpetuar esta desigualdad.
PROMOVER UNA MAYOR PRESENCIA FEMENINA
Esta disparidad no se limita únicamente a los altos cargos, sino que también se refleja en los salarios. Los sindicatos han advertido que la brecha salarial se explica en gran medida por los complementos por horas extra y la menor proporción de jornadas parciales entre los hombres. Es decir, la disponibilidad diferencial para el trabajo, condicionada por las responsabilidades de cuidado, sigue siendo la raíz de la brecha salarial en los puestos directivos.
Indry Canchila, socia directiva de consultoría en ICSA Grupo, enfatiza la necesidad de un cambio estructural en las organizaciones para promover una mayor presencia femenina en los roles directivos. Sugiere que se debe priorizar el trabajo por objetivos sobre el presencialismo para fomentar la igualdad de oportunidades.
Los datos muestran que la presencia de mujeres en roles directivos varía según el área de responsabilidad, siendo más numerosas en comunicación, recursos humanos y marketing, pero considerablemente menos en roles como la dirección TIC, producción o comercial.