Aunque tienen un peso cada vez mayor en el mercado laboral, las mujeres sénior enfrentan importantes obstáculos para acceder a él.
Hace unas semanas, El País publicó una noticia destacando que, por primera vez, la afiliación media a la Seguridad Social superó los 10 millones de trabajadoras en el mes de mayo. Esto indica que avanzamos hacia la plena equiparación de mujeres y hombres en el mercado laboral.
Las mejoras en los niveles de cualificación de las mujeres, y la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad, parecen estar influyendo de manera muy positiva en este avance.
No obstante, la integración al mercado laboral sigue siendo difícil para las mujeres a partir de los 45 años. Aunque tienen un peso cada vez mayor en el mercado laboral, las mujeres sénior enfrentan importantes obstáculos para acceder a él.
Según el Informe ‘#EmpleoParaTodas’ del Observatorio de Vulnerabilidad de la Fundación Adecco, “las mujeres mayores de 50 años han emergido como una fuerza laboral cada vez más significativa, pero siguen encontrándose con grandes obstáculos para acceder al mercado laboral”. Un 85% de las mujeres encuestadas concluye que la edad es el aspecto que más penaliza su acceso al mercado laboral, llevándolas a enfrentar valoraciones y presuposiciones negativas que menoscaban sus oportunidades profesionales. Gran parte de este rechazo se atribuye a criterios estéticos o de imagen, ya que las empresas buscan proyectar una imagen más joven.
Aparcar la carrera laboral
Datos del ‘Informe de Mujeres en Cifras’ (1983-2023) del Instituto de las Mujeres revelan que en 2022, el 78,62% de las excedencias fueron solicitadas por mujeres, en contraste con el 21,38% de los hombres. Este dato refuerza la idea del Informe de la Fundación Adecco, que indica que siete de cada diez mujeres mayores de 50 años en desempleo han renunciado o aparcado sus carreras profesionales para cuidar a sus familias. Este tiempo fuera del mercado laboral perjudica sus oportunidades, ya que las empresas prefieren candidatos con experiencias más recientes.
Derribar estereotipos
Existe discriminación cuando en las ofertas de empleo se menciona expresamente aspectos relacionados con la edad, como “buscamos equipo joven” o se incluyen requisitos de un rango de edad determinado. Estas prácticas, aunque penalizadas por la legislación actual, siguen ocurriendo. En una sociedad que envejece rápidamente, la fuerza laboral sénior tendrá un peso dominante. Por lo tanto, ante ideas de mujeres trabajadoras poco flexibles y no digitales, debe ponerse en valor su templanza, capacidad de gestión y experiencia.
Políticas activas de empleo
Crear conciencia y sensibilización es esencial. Este reto exige la acción coordinada de todos los agentes sociales y las administraciones públicas. Las políticas activas de empleo juegan un papel clave y cuentan con el respaldo del Plan de Recuperación, financiado con fondos NextGenerationEU, con un enfoque especial en:
- Orientación e intermediación accesible
- Acciones de recualificación (reskilling) con enfoque especial en competencias tecnológicas
- Colaboración público-privada para llegar a más mujeres y ofrecerles una atención individualizada y experta
Estas iniciativas son fundamentales para derribar las barreras que enfrentan las mujeres sénior en el mercado laboral y promover una mayor igualdad de oportunidades.